Las montañas andinas son únicas en el mundo. Se originan por el choque de la Placa de Nazca (parte del piso del Océano Pacífico) con el borde oeste de la Placa de América del Sur.
Este proceso empezó de forma intensa desde casi 20 millones de años atrás y resultó en un encortamiento y elevación de lo que fue el lecho carbonatico del mar cretácico. Los Andes Orientales son el registro de este encortamiento por medio de grandes fallas de cabalgamiento y pliegues del tipo sinclinal.
El testigo de esta tectónica andina única en el mundo actual es el hermoso sinclinal de Torotoro. El pliegue tiene la forma de una gigantesca canaleta de 45 km de largo por 10 km de ancho, cuyos flancos laterales son constituidos por las rocas calcáreas blanquecinas.
Los posteriores procesos de erosión del flanco oeste casi vertical originaron una sucesión alineada de cerros con forma triangular (tipo hogback) que parecen gigantescos dientes cuyos valles son llamados “Q’asas” en quechua.
Accesibilidad
Esta formación geomorfológica de rara belleza se puede apreciar desde la entrada a la población como de varios lugares de Torotoro. Sin embargo, el mejor lugar para apreciar la secuencia de estos dientes (y sus Q’asas) es desde Huayra Q’asa, donde actualmente se encuentra el Albergue de Umajalanta.